De nuestro viaje por tierras escandinavas nos hemos traído un par de juegos de exterior muy chulos que no conocía. El kubb, que estaba en todas las casas donde estuvimos; y el mölkky.
Lo que viene a continuación es una versión blog o desplegada de este hilo de Twitter.
Mis alumnos de 2º ESO me habían pedido hace días jugar al 24. Lo recuerdan del curso pasado y les encanta. Me gusta porque permite:
Incidir en cómo escribimos la expresión. Trabajar cálculo mental. Y lo mejor… establecer conexiones con cosas que hemos hecho en enteros. También tiene su punto gracioso.
¿Qué número tenía que darnos al final?
s un juego de cartas de 2 a 6 jugadores, y en la cajita pone que la edad recomendada es a partir de 8 años. En esto me permito discrepar frontalmente. Como veremos, es un juego muy, pero que muy fácil de explicar.
Las primeras partidas con los peques me resultaron algo confusas. No porque las reglas fueran complicadas, que no lo son en demasía, sino porque no estaba seguro de qué me parecía el juego