Sobre la resistencia al cambio en la cultura de aula
Lo que viene a continuación es una versión blog o desplegada de este hilo de Twitter.
Ya van varias conversaciones este curso al respecto de la enseñanza a través de la resolución de problemas.
- Es que se quedan ahí, ni leen. No saben hacer nada. Y termino explicando yo en la pizarra.
En esa frase hay dos elementos. Primero, ese «no saben hacer nada». Partiendo de que algo sí que sabrán hacer, lo que ocurre es que es posible que apenas se hayan visto en la tesitura de tener que leer y poner en juego lo que ya saben. Segundo, ese «termino explicando yo en la pizarra». Claro, nos vemos agobiados porque si no, parece que no se avanza. Y esto es una sensación muy común.
Esta resistencia inicial, que siempre he mencionado en mis tuits, no es cosa mía. Es una ruptura del contrato didáctico, un cambio en la cultura de aula. Se ha descrito múltiples veces en la literatura especializada: ¿Qué pasa si vas con un enfoque a través de la resolución de problemas a una clase acostumbrada a otra cosa?
Si observamos que el alumnado no lee el enunciado. ¿La solución pasa por leérselo nosotros?
Si observamos que el alumnado no pone en juego conocimientos que ya posee, ¿tenemos que ponerlos nosotros sobre la mesa?
¿Qué tipo de actividad matemática tiene lugar en clase? ¿Hay actividad matemática?
Ese cambio en la cultura de aula lleva tiempo. Es mucho más fácil, además, en un 1ºESO que en un 4ºESO. Pero un par de meses no te los quita nadie. Y durante esos dos meses has de ser implacable en tu planteamiento (si es lo que quieres).
Los objetivos cambian. A lo mejor el primero de ellos es leer el enunciado de la tarea y hacerse preguntas. El papel del profesor, también tiene que amoldarse a esos objetivos.
Desbloquear, gestionar las puestas en común, hacer preguntas (sobre todo, orientadas a aprender a hacer preguntas).
Esos logros sí que perduran. Es alucinante el nivel de interacción que mantienen este curso a pesar de las evidentes dificultades.
Créditos
Imagen de cabecera: Unsplash